A todos que hemos cuestionado la verdadera esencia del amor y su funcionamiento nos va a encantar el libro de Laura Kipnis, que nos anima a rebelarnos contra la monogamia como código social normativo. Por cierto, la frecuencia de infidelidades hoy en día demuestra que el deseo no es algo que podemos superar con buenas intenciones sino que es algo que nos supera a la mayoría. La metamorfosis del amor en nuestra sociedad parece inevitable: las mariposas en el estómago se convierten en un compromiso social, y esto nos lleva a asumir un contrato laboral en la cama y la relación, una obligación «anestésica, alienante, inalterable y estéril.» La historia del amor “moderno” se ha rodeado de reglas e imposiciones que nos condicionan a amar con sometimiento y sin libertad – la forma más reciente del trabajo alienado.
Videasta y estudiosa de la cultura, la pornografía y las relaciones amorosas, la norteamericana Laura Kipnis (1956) es profesora de la Universidad de Northwestern, Chicago. Su trabajo se enfoca en las intersecciones de lo público con la psique y el cuerpo. Escribe en las revistas Slate, Harper’s y The Nation, y ha publicado varios libros sobre el porno, el amor y la supuesta “condición de la mujer”.
Contra el amor, que adelantamos aquí, denuncia la nefasta influencia de la ética laboral en las relaciones de pareja y defiende el adulterio como práctica subversiva frente al régimen amoroso en la era postindustrial. Cuando el amor es el turno que sigue a las horas de oficina, toca rescatar al vago de la seducción y restituirle a la vida su sentido de aventura.
Kipnis argumenta que el adulterio es una forma de critica social de facto ante la insostenibilidad de la monogamia, de el credo de que el deseo debería persistir a través de las decadas que puede durar una relación. Y de que si no lo hace, deberías dejar de buscar satisfacción sexual, o «trabajar en ello». No es que la monogamia en sí sea el problema. El problema son las condiciones de estado policial bajo las cuales consentimos vivir para complacer la necesidad de seguridad del otro y que pedimos para quitarnos la inseguridad que el otro es tan infiel como la mayoría.
Se nos pide que nos comprometamos con el aburrimiento y la insatisfacción, y paguemos este precio por la estabilidad social. El problema viene cuando la monogamia no es un deseo, sino un sistema de cumplimiento en el que las parejas son como policías expertos en vigilancia. Pero la pregunta más interesante es si este tipo de vida privada nos prepara para ser mas mansos y nos condiciona para renunciar a otras luchas.
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Contra el amor
Laura Kipnis
En otros tiempos, los pensadores que solían rumiar los problemas de la sociedad, como Freud, postulaban un desajuste esencial entre nuestros instintos más profundos y los requerimientos del entorno. Esa discordancia pudo volvernos propensos a la neurosis, pero al menos garantizaba cierta resistencia a las demandas opresivas de la socialización. En ocasiones, la realidad laboral ofrecía motivos para insubordinarse: la lucha por mejores salarios y condiciones, desde luego, e incluso por una jornada más concisa. Eventualmente, el trabajo y el capital le dieron una tregua a la rutina de ocho horas. Sin embargo, si echas un vistazo a tu alrededor, comprobarás que dicha conquista se está desmoronando en este mismo instante, mientras lees. Los retrocesos están a la orden del día y no sólo en el aspecto laboral: en la medida en que dentro del terreno íntimo también haya una suerte de sobrexplotación de mano de obra y se nos exhorte a “trabajar en nuestra relación”, no hay quien no termine doblando turno. O quizá deberíamos llamarla una integración vertical: la misma obligación de cumplir horas extra, la misma arbitrariedad en las directrices, la exigencia de buena presentación, las evaluaciones de actitud, los temidos exámenes anuales de desempeño y –cómo olvidarlo– el mandato de “alcanzar el orgasmo”.
Y recordemos que en los viejos tiempos la promesa del progreso tecnológico era que trabajaríamos menos. Hoy se trata de un concepto anticuado, tan extinto como el pájaro dodó y el sindicalismo. ¿Cómo no admirar un sistema cuya capacidad de engullir cualquier alternativa hace que una idea tan abyecta como “trabajar en pos del amor” suene encomiable? Checar tarjeta al entrar y al salir; hacer el intento de robarle un poco de amor a nuestros superiores cuando no estamos atareados excavando los pozos mineros de la vida doméstica. ¿O es al revés? Como indica el sociólogo Arlie Russell Hochschild, una de las principales razones de la ampliación subrepticia de la jornada oficial es que un importante segmento de los trabajadores se afana horas extra para eludir el regreso a casa. (No debe sorprendernos: el hogar se ha vuelto una ocupación tan tediosa y enervante que permanecer en la oficina es una forma de sosiego.)
Entonces, ¿en qué momento el desmedido quehacer doméstico califica como una violación a los derechos laborales y dónde podemos presentar una denuncia? ¿Debemos remitirnos directamente a la quintaesencia del sistema para hallar orientación? La fuente sería, por supuesto, Marx, poète maudit de la sociedad industrial, escasamente leído y a la vez denostado con prodigalidad, el personaje que tiempo atrás armó un alboroto a partir de una pregunta inocente: “¿Qué es una jornada de trabajo?” La interrogante constituye el núcleo de El capital (a Marx le tomó tres volúmenes dar con una respuesta). Como vemos, su perplejidad no ha perdido vigencia: ¿cuánto tenemos que trabajar antes de tomarnos un respiro y empezar a holgazanear, y aún cobrar un sueldo que nos permita vivir? Tal vez nos atañe más meditar lo siguiente: si en la era posindustrial la vida privada se traduce en vínculos que exigen un esfuerzo, si el amor es la forma más reciente de trabajo alienante, ¿sería apropiado releer la obra de Marx como instructivo matrimonial?
Lo que la gente parece olvidar acerca de Marx (absorta como está incriminándolo por tantas revoluciones fastidiosas) es que escribió con gran fuerza evocativa sobre los sentimientos. El sentimiento que genera la explotación, por ejemplo. El tema de los obreros sometidos, a quienes se les extrae hasta la última gota de sangre, aparece una y otra vez en su prosa ocurrente y mordaz, salpimentado con desproporcionadas metáforas góticas de torva muerte. La jornada laboral es un cementerio donde nos amenazan criaturas dantescas y espíritus necrófagos –saqueadores de tumbas provenientes del inframundo. El abuso crea monstruos enclenques; la maquinaria es una masa gigantesca y coagulada de actividad inánime. Los patrones son vampiros u hombres lobo, tan ávidos de arrancarles más y más trabajo a sus empleados a fin de saciar su infinita hambruna de ganancias que, si nadie hubiera batallado por el ciclo de ocho horas, la rutina se prolongaría indefinidamente convirtiéndonos en engendros tullidos, depositando tal sobrecarga de obligaciones sobre nuestros cuerpos abatidos que caeríamos muertos de consunción.
Es curioso que en la actualidad el frente doméstico esté signado por metáforas luctuosas: sexo mecánico, matrimonios muertos, maridos fríos y esposas frígidas. Entretanto, todos cumplen con las formalidades y guardan las apariencias. Probablemente tu deseo se haya apagado hace tiempo y tengas un anhelo primario y titubeante de “algo diferente”: sea como fuere estás atado a un contrato. Nada debe cambiar. ¿Por qué? Has vertido tanto de ti mismo en este artefacto –tu alma, tu historia– que le conferiste, paradójicamente, poderes mágicos. Así, las instituciones sociales (las fábricas que refiere El capital, pero también el amor) subsumen y dominan a sus artífices, quienes no pudieron preverlo, calcular pérdidas e impedir que su propia creación –una fuerza ajena y hostil– los avasallara. O al menos ése fue el diagnóstico que hizo Marx ante el advenimiento de la era industrial.
Una pregunta sombría, y sin respuesta a la vista, perdura en este contexto: ¿por qué tenemos que trabajar tan duro? ¿Es que no hay otra opción? Quizá sí la haya. Después de todo, el progreso tecnológico podría reducir el trabajo a un mínimo si la calidad de vida se instituyera como una meta social –si el objetivo del desarrollo consistiera en sacudirnos el yugo de la estrechez, en eximir a la infausta mayoría de la producción a destajo, en lugar de enriquecer de manera formidable a unos pocos. Obviamente, a más trabajo menor gratificación –una máxima irrefutable aun en el amor. En contraste, amotinarnos significaría –¡por lo menos!– alterar la estructura de nuestra existencia, sin mencionar que los credos enmohecidos de la ética laboral irían a parar al muladar de la historia. “Libera el tiempo y liberarás a la gente”, enunciaba el viejo eslogan de la lucha laboral. Sin embargo, desentrampar a las personas conlleva un riesgo social: quién sabe qué sublevaciones podrían emprender o cuáles serían sus próximas demandas.
Como debió haber inquirido Marx, si es que no lo hizo: “¿Por qué trabajar si puedes jugar y pajarear? ¿O si puedes ligar?” (La seducción puede volverse un asunto serio.) Una nota al pie ilustrativa en términos históricos: el propio Marx fue un adúltero pertinaz.
Siguiendo con mi historia de juntar recursos interesantes a los que luchamos por una visión sex-positiva del mundo, quiero proponerles el siguiente listado de películas interesantes.
Si han visto películas que traten del tema poliamor (de forma positiva o incluso de forma burla o critica) y tienes una reseña o un resumen para añadir a esta lista, porfa, añade un comentario.
Pelis donde las relaciones múltiples son centrales al argumento de la película:
Drei (2010) Alemania / 114 min. http://www.filmaffinity.com/es/film671243.html
Hanna (Sophie Rois) y Simon (Sebastian Schipper) son una pareja que – por el tiempo y el desgaste diario – se sientan atraídos por otras personas que aporten algo de emoción a su rutina diaria. Pero todo cambiará cuando ambos se enamoren por separado del Adam (Devid Striesow). Y más tarde, ¡Lo descubran!. De Tom Tykwer, el mismo director de ‘El Perfume’ y ‘Corre, Lola, Corre’. Bajalo en torrent
Basado en el libro de Almudena Grandes, cuenta la historia de un trio amoroso inseparable entre dos chicos y una chica, estudiantes de bellas artes apasionados por la pintura. Faltan detalles del libro, que hace que a veces las situaciones son incomprensibles e inconexas, y los actos y comportamientos de los personajes a menudo sin explicación de porque hacen lo que hacen, de lo que sienten…Parece ser que el conflicto amoroso y de ambiciones de este triángulo nos intenta convencer de que es tan complicado de empatar emociones o equilibrar egos entre tres que equilibrar los órbitos de trés planetas. Y pocos insisten que es fácil, pero el amor siempre será un misterio… tanto como su ausencia.
A pesar de este retrato de DisnEyspaña visto por los ojos de un director estadounidense con pasta (Woody Allen) y ganas de turismo, Vicky Cristina Barcelona está formada por una serie de enredos amorosos que burlan del sueño americano de la estabilidad económica y social ante el valor de atreverse a aventurar.
Dos jóvenes norteamericanas, Vicky (Rebecca Hall) y Cristina (Scarlett Johansson) van a Barcelona a pasar unas vacaciones de verano. Vicky es sensata, centrada, racional y está a punto de casarse; Cristina es emocional y busca aventuras emocionantes; no sabe lo que quiere, sólo sabe lo que no quiere. Conocen a Juan Antonio (Javier Bardem), un pintor sumergido en la vida bohemia quien, sin la menor ambigüedad de querer follar las dos, les propondrá un fin de semana en Oviedo, con todo lo que ello implique.
Vicky se resistirá con argumentos racionales a los encantos de Juan Antonio, aunque finalmente sucumbirá, al punto de dudar de todo lo que había creído hasta entonces. Cristina, como era de esperar, se dejará llevar por sus deseos desde el principio: se muda con Juan Antonio. Llega María Elena (Penélope Cruz), la inesperada y conflictiva ex-mujer de Juan Antonio. Se forman un trio de artistas en lo cual Cristina servirá como el elemento que mantiene un equilibrio entre Juan Antonio y Maria Elena, hasta que de pronto Maria Elena decide que ya no quiere seguir así y rompe con ellos, acabando con el trio y desmoronando también el equilibrio logrado.
Juan Antonio y Maria Elena resultan estereotipos hispánicos, como el del macho, donjuanesco, buscador de sexo sin compromisos y con despedidas dulces, o ella la mujer histérica, celosa, gritona y mandona. Los relaciones también son falsas en su simplicidad. Juan Antonio besa a Cristina. Cristina besa a Maria Elena. Todos se enamoran. En la vida real, lejos de las cameras, sabemos bien que el manejo de un trio es bastante mas complicado de lo que muestran aqui. Pero quizá la explosión que acaba con el trio es realista.Pero los que buscan una comedia ligera que no castiga a los que han salido de la norma monógama pueden divertirse.
Dos hombres, el irresistible Joe (Bruce Willis) y su hipocondriaco socio Terry (Billy Bob Thornton) se fugan de la cárcel dispuestos a asaltar sucursales bancarias.
Cuando un ama de casa, Kate (Cate Blanchett), decide huir de su desastroso matrimonio, termina en las manos de los criminales. Aunque inicialmente tuvo atracción hacia Joe, ella también termina en la cama con Terry, lo cual crea un confuso triángulo amoroso.
Juntos huyen y se las arreglan para realizar unos cuantos robos más, pero poco después ambos empiezan a pelear por Kate, y ella decide dejarlos. Los dos ladrones entonces eligen planear un último golpe.A pesar de muchos peligros, Joe, Terry y Kate acaban siendo un trio sin grandes explicaciones y se van a México a vivir su sueño. Será que Hollywood les permiten ser poliamorosos por que ya son fuera de la ley?
La historia se centra en un trío amoroso compuesto por Ismael (Louis Garre), Julie (Ludivine Sagnier)y Alice(Clotilde Hesme), 3 jóvenes que deciden comenzar un «Ménage à Trois» como parte de su experimentación sexual. Todo parece ir bien, naturalmente se comienzan a manifestar celos por parte los miembros del trío, pero nada muy grave para la relación. El problema surge cuando la tragedia se posa sobre uno de los protagonistas, golpeando fuertemente la armonía que se había alcanzado como trío amoroso, debiendo lidiar con sentimientos de amor, dolor, desgaste, pérdida y nuevos despertares sexuales (aquí entra un 4to protagonista que queda para la sorpresa del espectador). Honoré no repara en mostrar con notable cotidianeidad las relaciones poliamorosas, homosexuales y heterosexuales de los jóvenes que dan vida a este film, ofreciendo un ensayo personal acerca de los estándares del amor y las relaciones sentimentales en los tiempos que corren. La temática de la sexualidad está muy presente, pero la trama se centra sobre todo en los amores, como se construyen, como se destruyen y como se superan.
Con escenas de sexo explicito, Shortbus es una tragicomedia que sigue a distintos personajes en busca de la satisfacción afectiva y sexual. John Cameron Mitchell nos enseña historias entrelazadas con un club en Manhattan donde sus asistentes pueden ir a tomar unos tragos, escuchar poesía, disfrutar de un show musical, participar en sexo en grupo, o mironear a hurtadillas. personajes que frequentan el club: una dominadora incapaz de tener una conversación real con otra persona, , y los protagonistas de la peli…
Rob(Raphael Barker) y Sophia(Sook-Yin Lee) son una pareja feliz,a pesar de que Sofia nunca ha sentido un orgasmo. Ironico, por que ella es una terapeuta de relaciones de pareja y frequentemente tiene que ayudarles con sus dificultades sexuales. Sus clientes Jamie(PJ DeBoy) y James(Paul Dawson) son una pareja gay que llevan 5 años de monógamos. James quiere abrir la relación sexual hacia el exterior, y su propia historia con la depresión puede indicar otros motivos… En el club Shortbus, Sophia se fascina por una pareja que ve haciendo el amor y Jamie y James conocen a Ceth(Jay Brannan). Montan un trio, y puede ser que Ceth formará parte de la familia. Entra Caleb(Jay Brannan), el hombre que los observa desde un piso en frente….
La película tiene escenas memorables, como cuando es cantado el Himno Nacional Gringo en el culo de uno de los personajes mientras a este le es practicado el Beso Negro, o la conversación conmovedora entre Jamie y el anciano ex-alcalde de Nueva York que nunca salió del armario.
¿Tener tres esposas sería un sueño hecho realidad? Bill Henrickson (Bill Pastón) es un polígamo moderno de Utah que vive en los suburbios de Salt Lake City con sus tres esposas, siete hijos, y una creciente avalancha de deudas y reclamos. Propietario de una cadena de tiendas de artículos para el hogar, Bill lucha para equilibrar las necesidades financieras y emocionales de Barb, Nicki, y Margene (Jeanne Tripplehorn, Chloë Sevigny y Ginnifer Goodwin), que viven en casas adyacentes separadas y toman turno para compartir a su esposo cada noche. Mientras manejan juntos las finanzas domesticas y rutinariamente comparten “noches de familia,” tratan de mantener los celos y sus convenios en secreto –la poligamia es ilegal en Utah y prohibida por la iglesia Mormona. Además de esta carga, Bill tiene una serie de crisis que afectan a sus padres (Bruce Dern y Grace Zabriskie) que viven en un complejo fundamentalista en la Utah rural, y su implacable suegro Roman (Harry Dean Stanton), el poderoso director de una comuna polígama, donde viven sus padres. Atrevida, graciosa y completamente original, Big Love explora la institución evolutiva del matrimonio a través de una típica atípica familia.
Mujeres Enamoradas (2005)
Mujeres enamoradas (Women in love) es una historia atrevida de amor y amistad ubicada dentro de la comunidad lésbica, sexual y artísticamente intensa de San Francisco
La cineasta Karen Everett (I Shall Not Be Removed: The Life of Marlon Riggs; Framing Lesbian Fashion) voltea la cámara a su vida amorosa y a una sorprendente comunidad, culturalmente significativa, de radicales sexuales en San Francisco. Este fascinante documental explora el viaje de una mujer por quince años de amistad y amor. Por medio de videos caseros, cándidas entrevistas y diarios de video, Everett despliega preguntas universales a cerca de la naturaleza de las relaciones, la monogamia y el poliamor.
Everett y sus amigas, ahora cercanas a la mitad de su vida, son parte de una generación seminal de jóvenes lesbianas que se mudaron a San Francisco en legiones en los 1980s. Al pico de la epidemia de Sida, estas locas mujeres redefinieron la sexualidad en su propio estilo: creando pornografía lésbica, clubes de pasarela y tiendas de juguetes sexuales. Este drama personal desplegado en escenas que son íntimas y públicas, entre mujeres que juegan con papeles de género, vestirse y desvestirse, baile de salón y danza Lap, compadecen y celebran. Buscando formas de amar que transitan de la amistad al matrimonio a encuentros breves de tipo pasional, Mujeres enamoradas es un video autobiográfico que desafía mucho y descubre todo.
Protagonizada por Jackie Stano y Shar Rednour, directoras de Lesbian pornography y Phyllis Christopher, una fotógrafa norteamericana líder de Lesbian erótica. ¡Una película que no debes perder!
Dos adolescentes mexicanos que deseen alcanzar la madurez conocen a una mujer española casada que decide unirse a ellos por pasar unos días de viaje juntas. Mas allá de las relaciones sexuales múltiples, se trata de una obra sobre la muerte y la vida.
Las vidas de Julio (Gael García Bernal) y Tenoch (Diego Luna) dos jóvenes mexicanos de clases sociales diferentes, están regidas por sus hormonas. Unidos por una amistad centrada en ligar con chicas, las novias de ambos van a Italia por pasar las vacaciones. Conocen a Luisa(Maribel Verdú), la esposa del primo de Tenoch, una aburrida chica española de veintiocho años. Entre bromas la invitan a que les acompañe en un viaje a una playa imaginaria a la que llaman Boca del Cielo. Luisa les ignora amablemente, toman rumbos distintos y todo parece quedar olvidado. Sin embargo, Luisa recibe unas noticias devastadoras y, ante la necesidad de un cambio en su vida, localiza a los muchachos y acepta su oferta. Los tres emprenden un viaje sin rumbo que resultará determinante en sus vidas, donde la inocencia, los celos, la identidad sexual y la amistad entran
en juego. Bajalo en torrent
Esta comedia se trata de la abertura de un matrimonio monógamo lo trata de una forma muy superficial. Los personajes parece que no les cuesta mucho la idea de vivir relaciones abiertas. Una película para reír entre colegas poliamorosas, y no de analizarlo mucho.
Constructor Marty (escritor y director Mike Binder) no puede parar de imaginar lo excitante que sería la vida en la cama si se cumple una fantasía que tiene – un trio con dos mujeres. Le pide a su sumisa esposa Laura (Mariel Hemingway) probarlo, proponiendo una colega de la peluquería donde trabaja Laura, la secretaria de su oficina, etc. Después de mucha vacilación, Laura acepta. En la cama, Marty no aguante mucho y las dos insaciables acaban ignorandole. Resulta que a Laura le encanta la experiencia. Poco a poco Laura seduce a varias… hasta intentar con la hermana pequeña de Marty! Se ha creado un Sex Monster, una máquina bisexual devoradora. A pesar de que el argumento parece pornografía, todo el sexo queda fuera de la vista de la cámara. La broma principal es la frustración que sufre Marty a ser víctima del cumplimiento de su deseo. Algunos comentarán ¿Que sería de los necios de las comedias de sexo de los años 80 si llegan a ser pijos negociantes que viven en mansiones en LA? Otros recibirán a Binder como es, un payaso con ganas de hacernos reír. En Piratebay
Splendor (1999) http://www.filmaffinity.com/es/film670235.html
Verónica, una joven veinteañera, tiene dos amantes diametralmente opuestos. Abel es un crítico de rock ingenioso y encantador, mientras que Zed es un rudo y musculoso batería de una banda de punk. Ambos están locos por Verónica, que a la vez ama a ambos por igual. Se establece un triángulo emocional en el que los tres personajes aman, luchan, sufren y disfrutan de este ménage-a-trois. Pero cuando todo parece encajar, Verónica conoce a Ernest, el hombre que parece reunir lo mejor de ambos mundos
¿Trinogamos? ¿Matrimonio de tres? ¿Monogamia, pero con más de una persona? ¿Cómo hablar de una relación inusual entre Sam, Samanta y Esteban? Después de todo, Tres de Corazones es una de esas historias de las q
ue todos quieren hablar.
En sus tempranos veintes, Sam Cagnina, el más joven de un hijo de la mafia, encuentra a Esteban, un apuesto estudiante universitario de 19 años del que se enamora. Sam, con carisma y energía que compartir, muy pronto tiene una idea. “Hey, ¿no sería bueno traer una mujer a la relación?”, Esteban, un chavo alivianado, acepta la idea. Pasan los siguientes siete años haciendo sitas y buscando una mujer con la que ambos puedan enamorarse y con la que estuvieran de acuerdo en vivir en una relación de “trío”.
Cuando encuentran a Samanta, saben que han encontrado a la persona especial, una mujer de Toronto, que lucha como actriz en Nueva York. Sam conoce a Samanta, y se enamoran. Samanta conoce a Esteban y se enamora también. El “trío” tal como se denominan afectivamente, empieza su viaje.
Encontramos a Sam, Samanta y Esteban 9 años después. Van a tener un bebé, un bebé del que tienen un cosa cierta, el/ ella va a tener un nombre con “s” [Sam /Stephan]. Tres de Corazones explora esta unión especial cuando negocian sus arreglos de vida, al tener hijos, y al abrir un exitoso centro terapéutico en Nueva York.
Por supuesto, querrás saber a cerca de sus familiares y amigos y, adivinamos, de su vida sexual. Repleto de incidentes, es a menudo divertido pero una vez acostumbrados a sus sensacionales elementos, empieza uno a ver la película por lo que es, un remarcable viaje de auto-descubrimiento de este trío y de aquellos de nosotros con los que han compartido sus vidas. Ahora bien, ¿Qué personas están listas para esto?
Antes de la Guerra Civil Española, un desertor se esconde en una finca del campo y es acogido por un pintor izquierdista y las cuatro hijas, con las que entabla relaciones sucesivamente, con la duda de saber de quién enamorarse. Al final elige una.
París, años 30. Película sobre la relación que mantuvo la escritora Anais Nin con el novelista Henry Miller y su esposa June, en la época en que el matrimonio vivió en París. Está inspirada en los pasajes más excitantes de los diarios de Anais Nin.
Una joven afroamericana de Brooklyn no acaba de decidirse entre sus tres pretendientes, pero se niega a renunciar a ellos. Una comédia de tono semidocumental, filmado principalmente en blanco y negro.
Nola (Tracy Camilla Johns) no es una mujer que aguante con un solo hombre, porque así rendiría la posesión de su cuerpo y su mente al macho y ella lo que tiene claro es que su vida, su mente y su cuerpo lo debe controlar ella, ser ella la dueña de su propio ser u organismo entero. Este sentimiento no lo comparte sus amantes, entre ellos Mars Blackmon (el propio escritor y director) y Jamie Overstreet (Tommy Redmond Hicks) quien dice de ella hablando a la cámara: «Creo que existe solo una persona, una persona en este mundo destinada a ser tu pareja, tu compañera para siempre. Lo irónico es que raramente esas dos personas se encuentran, sólo deambulan sin rumbo, pero si por suerte encuentras a esa persona no la pierdas. Nola es esa persona.»
De los tres novios de Nola, por el que ella siente más atracción es por Jamie Overstreet(«Jamie: Te quiero y necesito tu amor»), pero dicha necesidad se limita a que este es el negro que más gusto sexual le da a ella; sin embargo, Nola no lo quiere como marido o para compromisos semejantes, ella no puede renunciar a su independencia y control sobre sí misma.
En esta historia poliamorosa, a veces los personajes son caricaturas, pero a veces demuestran bien las complejidades de las emociones que puede pasar una trieja. La banda sonora realmente es alucinante.
Una pareja estadounidense, Cathy y Michael, llega a las isla griegas para pasar sus vacaciones de verano. Parece ser que tienen una relación no cerrada sin tenerlo hablado. Michael (Peter Gallagher) conoce a una arqueóloga francesa, Lina (Valerie Quennessen), e inicia una relación que confiesa a Cathy (Daryl Hannah). Cathy se enfada, se va de la casa que han alquilado, y decide también buscar una amante, pero no le funciona. Luego intenta hablar con Lina, y acaban siendo amigas con una atracción evidente entre ambas. Se forma una V amorosa heterosexual (o al menos no nos enseñan la parte lésbica, si hay) y un fuerte triangulo afectivo. La madre de Cathy viene de visita sorpresa (esta en un crucero por el mediterráneo) y se sorprende a ella misma. Se acerca el fin de verano y Lina huye de la realidad que se vuelven a EEUU. Los dos jóvenes estadounidenses no quieren romper al final del verano tampoco, pero Lina ha buscado otro chico y se ha desaparecido de la vida de la pareja sin decir nada…
Una comédia sobre libertad sexual e intercambio de parejas.
Narra, a lo largo de varios meses, la historia de Bob Sanders (Robert Culp), de su esposa Carol (Natalie Wood) y de sus mejores amigos, Ted Henderson (Elliott Gould) y Alice (Dyan Cannon). Bob es reportero documentalista de una cadena de TV y, por motivos profesionales, asiste en compañía de su mujer a la sesión inaugural de un curso de terapia de grupo de un Instituto que profesa una concepción abierta y liberal sobre las relaciones sexuales dentro y fuera del matrimonio. La experiencia les mueve a distinguir entre amor y sexo, y entre relaciones sexuales por amor y por razones físicas. Advierten, además, que las relaciones extramatrimoniales pueden incentivar y relanzar las matrimoniales, cuando la rutina se apodera de ellas. Explican sus ideas y experiencias a Ted y Alice, que forman una pareja tan unida como la suya, pero más conservadora. Tras diversas incidencias, Ted y Alice les proponen un «menage» a cuatro. La película, se posiciona en favor del amor libre de pareja, de la dignidad del amor gay y lésbico y del amor interracial. Son escenas destacadas la sesión de Alice en la consulta del psiquiatra, el encuentro de Bob con un tenista perplejo y el desfile final.
Otras pelis que tienen escenas poliamorosas relaciones múltiples, cuernos, adulterio, o de sexo en grupo son:
A pesar de que solo hay una escena de amor libre he decidido incluir esta pelicula por que es maravillosa y poco conocida. Muestra la epoca de 1976, de experimentar con el amor libre entre muchas otras ideas revolucionarias.
En las afueras de Boloña, Sgualo (Tommaso Ramenghi) y Pelo(Marco Luisi), dos amigos, sueñan en una salida para sus grises y opresivas vidas. En ocasiones, para solventar su falta de dinero crónica, realizan «trabajillos» para Marangon, el gángster local. Pero ahora Marangon les propone algo distinto – cavar un túnel bajo tierra en el centro de la ciudad. El objetivo: el banco de la Plaza Minghetti. Sin dudarlo, la desesperada pareja acepta la arriesgada empresa. Para hacer más llevaderas las largas horas nocturnas de trabajo, se llevan una
radio al túnel. Asi conocen a Radio Alice 100.6 MHz, una radio anarquista cerrado por la carabinieri on March 12, 1977.
Mas espectacular aún, se publicó bajo una licencia Creative Commons! Asi que lo puedes bajar gratuito y legal pero son subtitulos enArchive.org
Un profesor de escuela hace a sus alumnos una serie de test sobre relaciones sexuales, con el fin de comprobar las verdaderas reacciones de la juventud ante los comportamientos eróticos. Para ello, hace que los alumnos se acuesten juntos y pierdan, así, sus complejos sexuales.
Métisse (1993) http://www.filmaffinity.com/es/film603187.html
Lola está embarazada, pero no sabe quién es el padre. Puede ser Jamal, un musulmán negro hijo de diplomáticos, o Felix, un mensajero judío
A todos que hemos cuestionado la verdadera esencia del amor y su funcionamiento nos va a encantar el libro de Laura Kipnis, que nos anima a rebelarnos contra la monogamia como código social normativo. Por cierto, la frecuencia de infidelidades hoy en día demuestra que el deseo no es algo que podemos superar con buenas intenciones sino que es algo que nos supera a la mayoría. La metamorfosis del amor en nuestra sociedad parece inevitable: las mariposas en el estómago se convierten en un compromiso social, y esto nos lleva a asumir un contrato laboral en la cama y la relación, una obligación «anestésica, alienante, inalterable y estéril.» La historia del amor “moderno” se ha rodeado de reglas e imposiciones que nos condicionan a amar con sometimiento y sin libertad – la forma más reciente del trabajo alienado.
Contra el amor
Bandidos (2008)
Les Chansons d’amour (2007)
Big Love (2006) – Serie de Televisión HBO
Mujeres Enamoradas (2005)
Y Tu Mamá También (2001):
Las vidas de Julio (
er (1999)
Tres en Raya (1993)
poque (1992)
Un Amor de Verano (1982)
Generación perdida (1980)
Bob, Carol, Ted y Alice (1969)
Una comédia sobre libertad sexual e intercambio de parejas.
Lavorare con lentezza
The Harrad Experiment (1973)
Métisse (1993)
Amor Libre - Poliamor 